lunes, 31 de agosto de 2009

El conflicto con Francia (1838-1840)






EL CONFLICTO CON FRANCIA





Los ingleses habían conseguido varias prerrogativas en el territorio nacional, como la libertad de cultos y la posibilidad de eximirse del servicio militar, imposición que establecía la ley 1821, para los extranjeros con residencia de más de dos años en el país. Los franceses en 1829, solicitaron iguales derechos para sus nacionales., además de peticionar ventajas comerciales. Esto fue denegado por Anchorena, ministro de Relaciones Exteriores, quien alegó que no había tratados de reciprocidad entre Argentina y Francia.
En 1837, se renovó la cuestión por gestión del vice-cónsul francés, Roger, quien solicitó la liberación del francés César Hipólito Bacle, detenido en Santa Fe, acusado de conspirar contra el gobierno, a favor del dictador boliviano Santa Cruz y del grupo unitario. También pidió la baja para agunos ciudadanos franceses que se hallaban cumpliendo el servicio militar. Las tratativas prosiguieron en términos cada vez más agresivos, hasta que el 24 de marzo de 1838, Rosas fue intimado a cumplir con lo peticionado por parte del Jefe de la Escuadra francesa, Almirante Leblanc, que se encontraba en el Río de la Plata. Al no reconocérsele investidura diplomática para tratar el tema, Leblanc, con consentimiento del estado francés, bloqueó el puerto de Buenos Aires y el Litoral, con graves perjuicios económicos, sobre todo para la Aduana porteña.
Argentina solicitó la mediación de Inglaterra, quien deseaba solucionar la cuestión para no perder sus privilegios comerciales en el Río de la Plata. Argentina dejó clara la posibilidad de conceder la exención del servicio militar a los franceses, pero no en el pedido concreto del detenido, que ya había muerto, y de los soldados que estaban bajo bandera, cuya baja había sido solicitada, ya que cinco eran voluntarios y dos, estaban acusados penalmente.
Sin embargo, Francia no aceptó la mediación, estimulados por los unitarios de Montevideo, que veían la posibilidad de derrocar a Rosas, y le ofrecieron unir sus fuerzas, prometiéndoles a cambio grandes ventajas comerciales, si los unitarios llegaban al poder.
El ultimatum de Leblanc, no fue contestado por el gobierno argentino, y los franceses atacaron y ocuparon la isla de Martín García.
En agosto de 1840, la mediación británica fue aceptada, y se firmó el 29 de octubre de ese año, el tratado de Arana-Mackau, por el nombre de los representantes de ambos países en conflicto, a bordo de la cañonera francesa “Le Boulonnaise”.
Se disponía el pago de una indemnización a Francia, el levantamiento del bloqueo y la restitución de la isla Martín García, más los armamentos y buques de guerra capturados.
Se concedió una amnistía, salvo para los jefes y comandantes de cuerpos, a todos aquellos que se hallaran proscriptos desde los hechos del 1 de diciembre de 1828, contra Dorrego, siempre que depusieran su actitud hostil.
Buenos aires tenía la obligación de respetar la independencia del Uruguay y se establecía el trato de súbditos de las naciones más favorecidas a los franceses y argentinos residentes en el territorio del otro país.






EL BLOQUEO ANGLO-FRANCÉS





En la República Oriental del Uruguay se había desatado la guerra entre Oribe y Rivera. El primero era apoyado por Rosas y sus partidarios, y el segundo por los unitarios y los federales contrarios a Rosas. El gobernador de Corrientes, Berón de Astrada, realizó una alianza con Rivera.
El 31 de marzo de 1839 se produjo un ataque contra Berón de Astrada, que se había sublevado, terminando con su vida.
El Club de los Cinco, formado por algunos miembros de la Asociación de Mayo, jóvenes de ideas liberales, realizaron un complot, dirigido por el coronel Ramón Maza, hijo del presidente de la Legislatura, pero fue descubierto, y Maza fue fusilado el 28 de junio.
En Montevideo, se había constituido la Comisión Argentina, armada por los franceses en apoyo del presidente oriental. Oribe había derrotado en suelo argentino a lavalle, que luego de haber estado exiliado en Montevideo, intentó derrocar a Rosas.
Posteriormente, Oribe regresó a Uruguay y estableció un gobierno opositor al oficial de Rivera en el cerrito. Rosas apoyó a Oribe iniciando, en febrero de 1843, el sitio de Montevideo y las costas uruguayas.
Esto explica que la guerra trascendía la frontera para mezclar ideologías de ambos países, que se asemejaban en sus problemáticas, sobre todo en el tema de la navegación de los ríos, tema que también les preocupaba a Francia e Inglaterra, quienes decidieron intervenir en el conflicto.
También se sumó Brasil, bajo el pretexto de que era necesario abrir la navegación de los ríos interiores para evitar el aislamiento de Paraguay. Francia aceptó participar para proteger a Uruguay frente a la intervención argentina, violando el tratado de Arana –Mackau por el cual se había obligado a respetar la independencia de Uruguay. El puerto de Buenos Aires fue bloqueado por franceses e ingleses a partir de abril de 1845. La isla de Martín García fue nuevamente ocupada.
Rosas intentó fortificar el Paraná, pero el 18 de noviembre se produjo un encuentro armado en la Vuelta de Obligado, logrando abrirse paso la escuadra anglo-francesa.
En 1845-1846, se redujeron drásticamente las exportaciones inglesas a causa del conflicto. El canciller inglés Aberdeen renunció y el cargo volvió a ser ocupado por Palmerston que ordenó el retiro de las tropas inglesas del sitio de Montevideo.
El conflicto terminó con Inglaterra en 1849, con el Tratado Arana-Southern-Leprédour, pero éste último, en nombre de Francia, recién firmó una paz definitiva con Rosas en 1850.
Por esos acuerdos, Oribe fue reconocido como presidente uruguayo, se desarmó a los extranjeros en Montevideo, y las divisiones argentinas emprenderían el regreso. Fue devuelta la isla de Martín García y la navegación del río Paraná quedó como una cuestión a resolver por Argentina.

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