lunes, 28 de septiembre de 2009

El Congreso de Viena y La Santa Alianza(1814)



Los orígenes
La derrota de Napoleón fue entendida por los mandatarios europeos como la derrota de la Revolución Francesa. Manteniendo este postulado como base, se pretendió que la derrota de Napoleón no tuviera como consecuencia la mera repartición del mapa europeo, sino la recomposición del Antiguo Régimen y la eliminación de los principios ideológicos ilustrados que, a juicio de los vencedores, habían producido el fenómeno revolucionario. De ahí que la palabra en boga sea "Restauración", reposición del antiguo estado de cosas.
La ideología de la Restauración
La filosofía política de la Restauración tiene en Novalis, De Maistre y Burke sus más claros representantes. Todo aquello que combatieron los ilustrados del siglo XVIII vuelve a ser la ideología oficial: Se opone a la noción ilustrada de progreso la de tradición; a la de tolerancia, la supremacía de la autoridad; a la razón como principio organizador de la vida, el espiritualismo.... todo responde a una idea muy vieja: LA ALIANZA ENTRE EL TRONO Y EL ALTAR.
Los principios políticos concretos que emanan de estos planteamientos (y que Gran Bretaña, más interesada en temas comerciales desdeña) son: Legitimidad: Tienen acceso al poder aquellos a los que Dios, por medio de la herencia, ha elegido. No importa que el gobernante no tenga la misma nacionalidad que sus súbditos, lo que importa es que sea legítimo.Absolutismo. Al obtener el monarca su poder de Dios, no debe someterse al control de los hombres. Por tanto, es rechazada la idea de una Constitución. En todo caso, el Rey podía conceder a sus súbditos una "CartaOtorgada", un documento por el cual el Rey se compromete por su gusto, a gobernar a sus súbditos de una forma determinada. Las Cartas Otorgadas, además de ser muy restrictivas en cuanto a derechos y representatividad, no deben de ser confundidas con una Constitución, ya que de entrada no se reconoce el principio de soberanía nacional. En resumidas cuentas, coexisten en Europa tres tipos de régimen político: Monarquías absolutas como Rusia, Austria o España; monarquías de Carta Otorgada como la francesa de Luis XVIII y monarquías parlamentarias.Equilibrio: Es un principio de inspiración británica. Sostiene que ningún país europeo debe destacar por encima de los demás. Esto tiene una doble lectura: se evitan conflictos en Europa y, por otra parte, Inglaterra queda como árbitro de la situación al poder inclinar la balanza a favor de uno u otro.Intervencionismo: Las potencias se comprometen a intervenir en aquellos territorios que, perteneciendo a otra potencia, sufrieran movimientos populares que pusieran en cuestión los otros principios señalados. Esto conduce a un sistema de alizanzas y foros de discusión, los congresos, que analizaremos más adelante.
Las potencias de Viena: sus representantes y sus intereses
Aunque todos los implicados en las gueras contra Napoleón tuvieron su sillón en Viena, la habilidad política de los ministros negociadores tuvo su importancia en el resultado final. El embajador francés, por ejemplo, acabó presentando a Francia como una potencia vencedora.


LA SANTA ALIANZA
Antes de que se disolviese el Congreso de Viena, el zar Alejandro I realizó una particular propuesta, la de crear una Santa Alianza con el fin de garantizar el mantenimiento del orden absolutista y reprimir cualquier intento de alterar la situación política de la Europa de la Restauración. Fue la Santa Alianza un acuerdo entre Rusia, Austria y Prusia, pero será transformada en realidad práctica por el ministro austriaco Metternich, naciendo el llamado " sistema Metternich ",es decir la posibilidad de poder intervenir militarmente en cualquier país contra movimientos liberales y revolucionarios.
Sin embargo, otro pacto: la Cuádruple Alianza, suscrita por Austria, Prusia, Rusia e Inglaterra, más eficaz y realista, sería el verdadero árbitro de la situación internacional, haciendo nacer la llamada " práctica de los Congresos ", que preveía la celebración periódica de conferencias tendentes a mantener la paz y hacer respetar los intereses comunes de la Europa de la Restauración. Los congresos, que se desarrollan entre l818 y l822, discuten las medidas a tomar frente a las inquietudes y desordenes de caracter liberal o nacionalista, los principales son: C. de Aquisgrán, Troppau, Laibach, Verona( este último supuso la intervención de un ejercito apodado como los Cien Mil Hijos de San Luis en España para restaurar en el absolutismo a Fernando VII)
Conclusión
En suma, la Europa de la Restauración que sale del ongreso de Viena, la Europa de la Santa Alianza, y, en definitiva, la Europa de los Congresos comienza a cuartearse a mediados de la década de los veinte. La arbitraria división de Europa que había nacido en Viena, asi como la imposición de soberanos "legítimos" sobre distintas nacionalidades/ pueblos traerá consigo un resurgimiento del movimiento nacionalista que, unido al auge del liberalismo llevará a Europa a una nueva época revolucionaria, serán las revoluciones de 1830 y de 1848.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Presidencia de Urquiza(1854)



Urquiza en la Presidencia
En marzo del año siguiente, los Colegios Electorales de las provincias lo elegían presidente de la Confederación Argentina, con el unitario sanjuanino Salvador María del Carril como vicepresidente. Asumió el 1ro de mayo de 1854.
Una de sus primeras medidas fue federalizar no sólo la ciudad de Paraná, sino todo el territorio de la provincia de Entre Ríos. De este modo, Urquiza seguía gobernando su provincia, aunque las municipalidades conservaron cierta autonomía.
Su gobierno se dedicó especialmente a la educación y a la instalación de tribunales de justicia. Nacionalizó el Colegio y la Universidad de Córdoba y el Colegio de Concepción del Uruguay. También hubo proyectos de construir un ferrocarril hasta Córdoba. Hizo construir edificios públicos en Paraná, y comenzó la instalación de colonias agrícolas de inmigrantes en su provincia y en el resto del país.
Durante casi la mitad del tiempo de su gobierno, no residió en Paraná, sino que gobernaba desde el Palacio San José, que se estaba construyendo cerca de Concepción del Uruguay. Durante sus ausencias lo reemplazó Del Carril, como establece la Constitución, pero éste tenía muy malas relaciones con el ministro del interior, Santiago Derqui; con el tiempo, ambos terminaron liderando partidos opuestos dentro del mismo gobierno.
Su gobierno fue, sin embargo, estorbado por la oposición de Buenos Aires, que protagonizó la secesión de la Confederación. Desde Santa Fe y Entre Ríos se lanzaron varios ataques hacia la provincia rebelde, pero éstos terminaron con la cruel represión de la invasión del general Jerónimo Costa, en 1855, que fue ejecutado sin juicio junto con casi todos sus oficiales.
En las relaciones exteriores, Urquiza logró la paz a cambio de la libre navegación de los ríos interiores, y reconoció la independencia de Paraguay. Se regularizaron las relaciones con la Santa Sede, rotas desde la Revolución de Mayo. Pero las embajadas más importantes se instalaron en Buenos Aires y no en Paraná, que era poco más que un pueblo sin ninguna comodidad.
El embajador en casi toda Europa era Juan B. Alberdi, que estableció relaciones cordiales con los países europeos. Su gestión más importante fue lograr el reconocimiento de la independencia argentina por España, pero cometió el grave error de conceder que los hijos de inmigrantes españoles fueran ciudadanos españoles. Eso significaba convertir a la muy necesaria inmigración en una amenaza a la nacionalidad argentina.
La economía también le trajo serios problemas, ya que el comercio exterior seguía pasando por Buenos Aires, y las finanzas estaban permanentemente en rojo. La emisión de papel moneda organizada por su primer ministro de economía, Mariano Fragueiro, fue un fracaso. Por ello se vio obligado a contraer empréstitos en el exterior, especialmente de la banca del brasileño barón de Mauá. Como la situación no mejorara, se sancionó la ley de "derechos diferenciales", con la cual se pretendía favorecer la entrada del comercio exterior directamente por los puertos de la Confederación, especialmente por Rosario.

Presidencia de Rivadavia(1826-1829)



Busto de Bernardino Rivadavia en la ciudad de América, partido de Rivadavia
En 1824 termino el mandato de Martín Rodríguez. Rivadavia decidió viajar a Londres, Manuel José García ocuparía su lugar. El cónsul inglés iba a ir a Buenos Aires a firmar un tratado de reconocimiento de la independencia pero era imposible ya que las provincias se habían transformado en estados autónomos, era necesario encontrar una autoridad nacional. En 1822 el litoral firmó el tratado del cuadrilátero que terminaba con las esperanzas del gobernador cordobés, que quería reunir un congreso en su provincia. Los porteños se comprometieron a concederle al litoral la libre navegación de los ríos.
A fines de 1824 se reunió un congreso para redactar una constitución, entre los elegidos había unitarios y federales. La necesidad de un gobierno nacional llevó a nombrar a Rivadavia como el primer presidente en febrero de 1826, esta noticia no fue bien recibida en las provincias. Los hacendados, alarmados por las consecuencias que podía tener la capitalización, dejaron de apoyar a Rivadavia, y este quedo políticamente aislado. Luego de 3 meses la constitución fue aprobada pero todas las provincias la rechazaron. Rivadavia decidió deshacerse de la guerra ya que el bloqueo naval impuesto por Brasil afectaba el comercio, que era la base de recaudación de rentas del estado.

La Ley de Capitalización
Inmediatamente luego de asumir, Rivadavia presentó al Congreso un proyecto de capitalización de Buenos Aires:la ciudad y gran parte de la campaña circundante se proclamaba capital del Estado. Pocos días más tarde emitió un decreto en que ordenaba la demarcación de la capital de la república,y de la provincia de Buenos Aires.

Medidas económicas
Banco NacionalEl Banco de Descuentos de la provincia fue transformado en el Banco Nacional en 1826, y estaba autorizado a abrir sucursales en las provincias. Su capital formado por el aporte del Estado y por acciones que se suscribirían en todo el territorio, sería de 10.000.000 pesos (de la época).
Sus funciones eran: recibir depósitos, tomar dinero a interés, otorgar préstamos, acuñar monedas y billetes convertibles, etc.
El Banco, que absorbió al Banco de Descuentos de la provincia, no logró reunir el capital correspondiente y el papel moneda que emitió careció de respaldo. Los gastos derivados de la guerra del Brasil llevaron al gobierno a solicitar reiteradas sumas que provocaron su ruina. En 1836, vencido el plazo de diez años establecido por la ley, Rosas dispuso su disolución.
Nacionalización de los recursosEl presidente Rivadavia dispuso la inmediata nacionalización de Buenos Aires y sus instituciones, incluida la aduana; la recaudación pasaría al gobierno nacional, quien la usaría en beneficio de todo el país, pero no se contemplaba la distribución entre las provincias. Además, la deuda pública de la provincia de Buenos Aires se nacionalizó.
La ley de Consolidación de la Deuda Pública del Estado declaró hipotecadas todas las tierras públicas de la Nación y prohibió su venta sin permiso especial del Congreso. Se nacionalizaron tierras que hasta ese momento se consideraban provinciales, sobre las que se debía aplicar el sistema de enfiteusis.
Inversiones británicasEl gobierno procuró atraer capitales ingleses para explotar recursos naturales e intensificar la producción; para esto propició la formación de sociedades por acciones. Las más importantes fueron las destinadas a la explotación de las minas de Famatina en La Rioja, pero hemos visto que se organizaron dos sociedades rivales. Las dos sociedades fracasaron.
Hacia 1825 hubo en Europa una crisis económica que se reflejó en la Bolsa de Londres, y las acciones de empresas en América rebajaron sus precios y algunas sociedades quebraron. El capital inglés se retrajo; durante tres décadas no estuvo dispuesto a afrontar riesgos en estas tierras.

Guerra del Brasil
Rivadavia reorganizó el Ejército, incrementó el número de cuerpos de la Escuadra Nacional y creó el Estado Mayor. Si bien inicialmente la posición del Imperio del Brasil fue más ventajosa, las fuerzas eran parejas y la guerra se alargaba, transformándose en una carga económica. Luego de que las fuerzas argentinas vencieran en los triunfos parciales de Ombú y Bacacay obtuvieron el triunfo en la batalla de Ituzaingó, el 20 de febrero de 1827. Sin embargo, la falta de recursos impidió definir la contienda, tanto por tierra como por mar.
Finalmente, Rivadavia envió al ministro Manuel José García a gestionar la paz. García firmó un tratado que luego sería conocido como el "tratado deshonroso", ya que reconocía la soberanía del Imperio sobre la Banda Oriental y se comprometía a pagarle a Brasil una indemnización en metálico y accedía a desarmar la isla Martín García. El presidente Rivadavia rechazó el convenio; pero igualmente sufrió el costo político del pacto, que se convertiría en una de las razones de su renuncia.

Constitución de 1826
Artículo principal: Constitución Argentina de 1826
En 1826, pese a las dificultades internas y externas (la guerra con el Brasil había sido declarada el 1 de enero de ese año) Rivadavia instó al Congreso a dictar una Constitución.
La Constitución sancionada en 1826 proclamaba el sistema representativo, republicano, consolidado en unidad de régimen. El gobierno nacional se organizaba en base al principio de división de poderes. Los gobiernos de provincia estarían a cargo de gobernadores, elegidos por el presidente con acuerdo del Senado, a propuesta en terna de los Consejos de Administración; estos organismos eran elegidos por el pueblo de cada provincia.

Renuncia de Rivadavia
Además de ganarse la enemistad de las provincias del interior gracias a la Constitución de 1826 y todas las medidas centralistas que tomó; la guerra con el Brasil había agotado los recursos. Gran Bretaña presionaba para acordar una paz que garantizase la reanudación del comercio exterior.
La noticia de la negociación de García colmó la paciencia de todos: el presidente desconoció el acuerdo, pero, considerado responsable de la situación, renunció ante el congreso el 27 de junio de 1827. Entregó el mando a Vicente López y Planes, presidente provisorio elegido por el Congreso por una ley de emergencia. El congreso se disolvió y nadie volvió a acordarse de la constitución. La provincia de Buenos Aires recuperó su autonomía, eligiendo gobernador a Dorrego.
El conflicto con Brasil continuó hasta que, durante el gobierno de Manuel Dorrego y con la presión de Inglaterra, se llegó a una Convención Preliminar de Paz, donde se disponía la independencia de la República Oriental del Uruguay y el cese de las hostilidades.